Consulte las leyes, los reglamentos y las recomendaciones de las autoridades sanitarias competentes en relación con las políticas de detección de síntomas.
En algunos países, los trabajadores pueden ser sometidos a un control de la temperatura corporal antes de acceder al lugar de trabajo. En caso de fiebre (temperatura superior a 37,5°), se deniega el acceso.
Si se va a realizar una toma de temperatura, ésta debería hacerse a todos los trabajadores sin distinción (independientemente de su función, el tipo de contrato, etc.) y con un termómetro fiable (por ejemplo, de infrarrojos) por parte de personas que hayan recibido las instrucciones adecuadas, ya sea el personal médico, el personal de recursos humanos o el personal capacitado designado a estos efectos. Sin embargo, debe quedar claro que este control no tiene por objeto ni sustituye al diagnóstico clínico.
Algunos países no recomiendan la toma de temperatura,
ya que la COVID-19 no siempre implica la
presencia de fiebre. Además, la detección puede tener
consecuencias no deseadas: las personas con fiebre
pueden ser más propensas a ocultar su estado
tomando medicamentos antipiréticos (por ejemplo,
paracetamol) para reducir la temperatura elevada, lo
que puede dar una falsa sensación de seguridad.
En algunos países, los empleadores piden a los
trabajadores una declaración firmada de que están
libre de los síntomas (fiebre, tos seca, dolor de
garganta, dificultades para respirar, resfriado, por
ejemplo, con secreción nasal o estornudos, pérdida
del sentido del olfato, con o sin fiebre) para autorizarles
la entrada al lugar de trabajo.
Si se realiza algún control de síntomas, comunique
claramente a los trabajadores que el único motivo de
esta prueba es protegerlos de un posible contagio.
Además, informe a los trabajadores sobre cómo se
gestionarán los datos. Deben respetarse las normas
de protección de datos de carácter privado.
Reduzca al mínimo el número de entradas a los
locales de la empresa; en general, no debe autorizarse
el paso a personas que no están directamente
involucradas en las actividades de la empresa.
Informe a todos los visitantes (por ejemplo, clientes
y proveedores) sobre las políticas de higiene y
seguridad de la empresa antes de que entren en los
locales de la empresa. Considere la posibilidad de
solicitar a los visitantes que suscriban su acuerdo
con dichas políticas.
En algunos países, los empleadores registran todas
las entradas y salidas y los datos de contacto (dirección,
número de teléfono, etc.) de los trabajadores,
contratistas y visitantes que acceden al establecimiento.
Documentar las entradas y salidas puede
facilitar la localización de los contactos en caso de
que se detecte una infección por COVID-19 o una
presunta infección. Los sistemas existentes de
registro de trabajadores y visitantes pueden utilizarse
a menudo con este fin. Se debería dar preferencia a
los sistemas electrónicos. Si se dispone normalmente
de un sistema de acceso controlado por huellas
dactilares, considere la posibilidad de cambiar
temporalmente a un sistema que utilice tarjetas de
acceso individuales. Un sistema basado en papel
también crea un peligro potencial: el de numerosas
personas que tocan las mismas superficies al fichar y
registrar su entrada. Si no es posible cambiar a un
sistema electrónico, asegúrese de que los trabajadores
y los visitantes se hayan lavado las manos o se
hayan aplicado gel hidroalcohólico antes de firmar el
libro de entrada de la empresa o de utilizar el reloj de
control.
Promueva el distanciamiento físico y utilice medidas
de separación en las entradas al establecimiento y
en las salidas. Sírvase también de marcas en el
suelo, cintas o balizas que contribuyan a esa
finalidad.
Si puede ser, considere la posibilidad de escalonar
los turnos o las horas de entrada y salida (algunos
trabajadores pueden empezar más temprano y otros
más tarde en el día) para reducir la afluencia.
En la medida de lo posible y siempre que sea preciso,
planifique rutas de acceso y de salida separadas
para los distintos equipos.
Preste atención a la disposición de los aparcamientos
(número, distribución de vehículos y bicicletas)
para facilitar el distanciamiento.
Coloque carteles para recordar a los trabajadores
que se laven las manos al llegar al lugar de trabajo.
Ponga letreros que recuerden a los trabajadores que
deben evitar los apretones de manos y otros saludos
que impliquen contacto personal.